Actualizar nuestras creencias, sobre todo las que nos limitan a ser mejor, es una buena práctica. Llevo mucho tiempo resistiendo a la idea de meterme en las profundidades del Mindfulness por considerar una forma que atentaba contra mis creencias. Ahora que conozco más del tema puedo decir que se complementan.

El Mindfulness ha sido una  herramienta utilizada en Oriente desde mucho tiempo atrás,  más de 500 años aproximadamente. Se ha considerado como una  cualidad de la consciencia de los seres humanos y  consiste en dos factores importantes: uno estar en el presente, lo que muchos psicoterapeutas  refieren: «el aquí y ahora» y por el otro, tener actitudes saludables.

Para fortalecer tu estado del «aquí y ahora» deberás fortalecer tu consciencia. Masaya Okamoto, experto en el tema por el Instituto de la Ciencia de la Felicidad, recomienda lo siguiente:

  1. Respiración consciente. Hay un método de respiración propuesta por la UNAM que consiste en 4/8, inhalo 4 tiempos y exhalo por la nariz en 8. Una vez que has logrado mantener ese ritmo en tu respiración, es importante enfocar la atención en tu cuerpo y tu postura, preferentemente estar en una posición cómoda, tus músculos relajados, consciente de tu estructura y cada uno de tus órganos, escucha el latir de tu corazón, por ejemplo.  Se consciente de tu mente, ¿qué está pasando por tu mente ahora?, ¿qué sensaciones estas experimentando?, ¿qué emociones sientes en este momento?. No pienses en lo  que has sentido un momento atrás, ni cómo estarás sintiendo un momento después, es ahora.  Aprovecha ese espacio para conectarte con la armonía de la naturaleza, si tu mente se desvía por un instante y se va al pasado o a al futuro, regresa al momento presente. Se que no será fácil al principio, requiere de práctica y de fomentar estos espacios con frecuencia para que los conviertas en un buen hábito. Te comparto un ejercicio de Silenciamiento Mental, del Pbo. Ignacio Larrañaga que aprendí al formarme como guía del taller de “ Oración y Vida”, es un ejercicio que te ayudará mucho si lo practicas por la mañana o antes de ir a dormir.
  2. Aceptación. Aceptar las cosas o las personas, sin juzgar, tener paciencia en la comprensión y respeto hacia los demás. Una práctica que da soporte en nuestras relaciones con los demás, es la Gratitud, ante la vida, ante las personas más cercanas, nuestra familia, padres, amigos, vecinos, colaboradores, y en general todo lo que constituye nuestro mundo. La gratitud sale desde nuestro corazón, porque es ahí, en nuestro corazón, donde afloran nuestras intenciones. Un ejercicio que recomienda el psicólogo, experto en psicología positiva,  Martin Seligman es: escribir en una libreta 3 cosas por las cuales dar gracias, cuando despiertes o cuando estés a puntos de ir a dormir.
  3. Fortalecer el carácter. Las virtudes nos brindan cualidades positivas en el momento presente, cuando estas atento en este momento, puedes aplicar estas virtudes para generar bienestar y felicidad al ser humano. Estas virtudes de las que hablan los filósofos, teólogos y ahora, expertos en Maidfulness convergen en: las «4 virtudes cardinales» . Si quieres tener una felicidad profunda, deberás ponerlas en marcha en cada acción que realices.

En conclusión estás son los 4 puntos que te ayudarán a encontrar el equilibrio en tu vida y en tus relaciones: tu atención, tus actitudes, la aplicación consciente de tus virtudes y el reencuadre, que es: «tomar una nueva perspectiva de las cosas, es ver la misma cosa o situación desde otra forma, otro marco de referencia», Masaya Okamoto.

¿Te interesa profundizar más sobre las 4 virtudes cardinales?, manda un correo a training@tuespaciocowork.com o escríbenos en la sección de comentarios.

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